Y, ¿Qué tendrá que ver una cosa con otra? Os preguntaréis. Cada vez está más comprobado los cambios que sufrimos van vinculados a las emociones y las estaciones del año, si cambia uno, cambia el otro. Además, todos hemos escuchado a personas que prefieren el verano o quién odia el otoño, quién está más a gusto en invierno, pero es alérgico a la primavera.
Todos estos cambios que vamos a contar se van a entender mejor con la realización de un Postgrado en Neuropsicología. Con los conocimientos adquiridos en esta rama entenderás como afectan los elementos externos en nuestra mente, de una manera más médica.
Llegados a este punto nos reiteramos, ¿las emociones y las estaciones del año? Si, tienen mucho que ver y en realidad todos lo sentimos en nuestro cuerpo. Y, además, cada estación conlleva sus propias emociones, te las contamos.
Otoño y las emociones
Otoño abarca los meses de septiembre a diciembre, para muchos pueden llegar a ser meses tristes pues es la temporada intermedia entre la finalización de verano y el inicio de invierno. Comienzan los cambios de temperatura, los cambios de rutina. Si bien es cierto que la temporada de las estaciones del año dependen del equinoccio de septiembre.
Esta estación del año se describe como melancólica y triste, se asocia esta temporada a películas de rupturas amorosas, crisis familiares, en definitiva, películas para sentarte en el sofá con un paquete de kleenex y una tarrina de helado.
Se dice que el 90% de la población, al menos los adultos, experimentan cambios sutiles en el estado de ánimo, energía y sueño cuando llega esta estación.
¿Qué condiciones caracterizan el otoño?
El otoño además es una estación tan cambiante porque comienza con la tristeza del fin de verano, de los días largos y soleados y termina con el inicio de navidad, los villancicos o las luces navideñas que suele traer felicidad. Por último, el cambio de hora donde pasamos al horario de invierno se produce en octubre, también en la estación de otoño.
Todo esto afecta dependiendo también de la salud mental de cada persona, esto se explica en el Máster en Salud Mental donde se enseñan los conceptos necesarios para entender la importancia de una buena salud mental para evitar que los factores externos nos afecten en mayor o menor medida.
El invierno causa efecto en las emociones
El invierno es la temporada más triste del año, esto se debe a la temperatura. En particular, las temperaturas del mes de enero y sus consecuencias sociales hace que las personas desarrollen más trastornos depresivos.
Siempre se ha escuchado que el invierno afecta físicamente a nuestro cuerpo, pero todo tiene un origen mental. Hay que recalcar las buenas temperaturas que coinciden a nuestro país, pero también gracias a la diversidad que tenemos de norte a sur podemos comprobar las diferencias. Las condiciones climatológicas cambian las actitudes de las personas, su estado de ánimo, sus rutinas y, por supuesto, su estilo de vida.
Hay muchos síntomas que se hacen notar como la falta de memoria, trastornos del sueño, dolores de cabeza agudos o un bajo estado de ánimo. Pero también, afectan al estómago porque se perciben alteraciones del apetito donde pasas de dar atracones de comida a no tener apetito. Pero si algo se hace notar y no solo para nosotros mismos, sino también para nuestro entorno, es una gran irritabilidad y nerviosismo.
Esta tendencia a mal carácter se ve producida por ese cansancio que no mejora por la falta de energía para realizar actividades. Este trastorno tiene más presencia en la población femenina que en la masculina. Pero ¡no os asustéis! Tan solo tiene una duración de días.
Las emociones dependen de la persona
Aunque con este post estamos explicando la relación que tienen las emociones y las estaciones del año, también tenemos que destacar que todo depende de la personalidad de una persona. De sus preferencias, hábitos, carácter y, sobre todo, salud.
Si una persona odia el verano porque es cuando más trabajo tiene y se pasa los días trabajando. Además, necesita moverse en coche y las caravanas son insoportables. Sumándole que no le gusta pasar calor porque le altera. Entonces, esta persona probablemente sienta los efectos positivos del verano de manera contraria. La idea que se refleja en este artículo es generalizada y lo que los estudian indican, pero, no quiere decir que a todas las personas les parezca igual. Y si, hay personas que odian el verano al igual que otras odian el otoño.
Eterno verano en las emociones
En el solsticio de verano se encuentra el día del año con más horas de luz, aproximadamente, 14 horas y 13 minutos. El verano como hemos dicho anteriormente, genera enfrentamiento de opiniones. A nivel emocional, el verano es la estación del año con más beneficios, debido a las buenas temperaturas, los días largos con luz natural, la sensación de libertad que refleja el mar.
También trae beneficios por la felicidad que transmiten las personas, sobre todo, los niños. Si hay una parte de la población que ve el verano con felicidad son los niños y los jóvenes, pues es su momento de descanso estudiantil y cuentan con libertad, descansos, juegos, etcétera. Gracias al Postgrado en Psicología Infantil podrán entender cómo funciona la mente de los niños.
¿Qué efectos reducen los beneficios del verano?
El verano produce muchas ventajas solo por las condiciones que lo caracterizan, pero resaltamos el hecho que depende de las emociones personales de cada persona. En este punto es donde destaca el contenido visto en el Máster en Tratamiento e Intervención de la Ansiedad y el Estrés.
El estrés, para aquellas personas que padecen de esta enfermedad y el verano le produce un aumento de síntomas, no contarán con todos los beneficios que produce esta estación. Si eres de esas persoans que quiere entender cómo afectan las aglomeraciones, el agobio del calor y la infinidad de situaciones que suelen darse en verano les hablamos de la importancia de un Curso Superior de Apoyo Psicológico y Social en Situaciones de Crisis.
Conclusión
En este post hemos reflejado la importancia de las emociones y las estaciones del año, siempre sabiendo que todo dependerá de la persona a la que se está tratando. Para una persona dedicada al mundo de la psicología entender cómo afectan las estaciones del año en las emociones es fundamental para ofrecer un servicio de calidad a sus clientes.